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domingo, 6 de diciembre de 2009

LA CANCIÓN PROTESTA EN ESPAÑA

De fuerte contenido reivindicativo, se caracterizaba por su compromiso político y social de izquierdas. Se pueden fijar sus precursores en las canciones sindicalistas y partidistas de finales del siglo XIX, e incluso en los himnos de las revoluciones liberales. Uno de sus grandes precursores fue el sindicalista Joe Hill, quien sería condenado a muerte y ejecutado en 1915. Más inmediatas son las canciones populares de la Guerra Civil Española (algunas de las cuales serían luego recuperadas por cantautores y grupos de punk y ska) y las canciones francesas de la Resistencia durante la II Guerra Mundial.


El nacimiento de la “canción protesta” tuvo lugar en Estados Unidos aproximadamente en 1959 en el festival de jazz de Newport. Allí se dio a conocer una universitaria de origen mejicano llamada Joan Báez, pacifista y poseedora de una gran voz. A partir de este momento, el fenómeno de la “canción protesta” se extendió por toda Europa


En la España de mediados años cincuenta, con una economía precaria, la gente no tenía noción alguna de los cambios en la juventud americana que proclamaba una nueva manera de entender y de hacer música, viviéndola de manera diferente.

Sólo se escuchaban y se bailaban estilos casi idénticos a los de décadas anteriores, con idénticos planteamientos musicales, donde las estructuras de las canciones casi no variaban. Los ritmos como los boleros, el cha-cha-chá y, por supuesto, el pasodoble no faltaban en todas las emisoras de Radio. Las folklóricas y folklóricos, la llamada “canción española” o “copla” (que evolucionaba del cuplé de los años veinte), estaba en su esplendor con Lola Flores y Antonio Molina como principales representantes. La temática de estas canciones oscilaba entre las trágicas historias amorosas, dramas pasionales y las canciones dedicadas a toreros.

Es difícil comprender la historia de la música española sin tener en cuenta la influencia del folk, surgido en los años sesenta, y conectado directamente con las viejas tradiciones. Esta forma de recuperar el pasado cultural rápidamente se convierte en el vehículo de expresión de numerosos cantantes que transforman el estilo sencillo de estas composiciones (generalmente consta del mismo cantante y su guitarra) para convertirlo en expresión social de protesta.

Hay en la canción de autor española algunos precursores. Por supuesto, los poetas, desde las Generaciones del 98 y del 27, poetas en el exilio (interior y exterior), y muy especialmente, la Generación del 50 (incluyendo en ésta no sólo a los poetas de dicho movimiento, que fue en castellano, sino a toda la poesía social y testimonial que comenzó en los 50 en cualquiera de las lenguas co-oficiales).


Los más importantes, aquellos que influyeron en un estilo de música y de escritura pensada para el Pueblo, fueron Antonio Machado, García Lorca, León Felipe, Rafael Alberti, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Gabriel Aresti, Salvador Espriu, Celso Emilio Ferreiro y Jesús López Pacheco, entre otros.



La Nova Cançó Catalana tuvo a una importante precursora en Teresa Rebull, "l'àvia de la Nova Cançó", quien en su juventud fue una enfermera afiliada al mal parado POUM durante la guerra civil, que, en su exilio francés, comenzó a cantar en catalán dentro del movimiento bohemio de la Canción Francesa. Ésta es sólo una pequeña muestra de la canción de Teresa Rebull:





Hubo muchos elementos dispersos y muchos ejemplos que conformaron la canción de autor española como un proyecto de canción popular de temática adulta. Era música pensada para el pueblo e importante fue la llegada de otras "canciones" desde Francia, Latinoamérica o Norteamérica.

Sin embargo, no menos importante fue la publicación de un libro titulado Cantos de la Nueva Resistencia Española, que era la recopilación realizada por dos periodistas italianos. En este libro, también llamado Cancionero de Einaudi, editado en Montevideo en el año 63, Sergio Liberovici y Michele Straniero recopilaron algunas canciones populares, algunas de ellas tradicionales, otras revolucionarias: de la guerra de Marruecos, de las huelgas, de la guerra..., pero también alguna trampa: algunos poetas jóvenes, como José Hierro y Jesús López Pacheco, escribieron de forma anónima canciones para este libro.
Una de estas canciones, "Una canción", o "Pueblo de España ponte a cantar", fue más tarde cantada por Adolfo Celdrán en su primer álbum “Silencio”, con la música de López Pacheco. El escándalo que este cancionero provocó fue tal que, incluso el Ministro de Información y Turismo, por entonces Manuel Fraga, se vio obligado a hablar contra este escrito de difamación contra el "orden y la paz" del régimen. Os dejo el texto de la canción para que podáis valorar.

Una canción o Pueblo de España ponte a cantar

Una canción,
una canción,
llena las calles
de la ciudad.

Canta el martillo,
canta el motor,
ya canta el brazo
trabajador.

Las herramientas
tienen cantar.
Lo canta el hombre
al trabajar.

¡Pueblo de España
ponte a cantar!
¡Pueblo que canta
no morirá!


Si bien es verdad que a lo largo de los 50, estos dos periodistas italianos recorrieron España entera y hablaron con exiliados españoles, recopilando todas estas canciones populares que pueden ser clasificadas ya como canciones protesta anti-franquistas (de después de la guerra), es en el año 56 cuando el genial cantautor valenciano Paco Ibáñez, hijo de exiliados españoles, enamorado de la poesía castellana de todos los tiempos y de la Canción de autor francesa (Georges Brassens), comienza a poner música a poemas de Luis de Góngora y Federico García Lorca: estas canciones se editarán en su primer álbum, en 1964.
Paco vive y trabaja fundamentalmente en Francia, en donde los jóvenes que protagonizarán el mayo del 68 sienten debilidad y fascinación por toda aquella oposición española político-artística.
En España, el encargado de dárnoslo a conocer fue el monstruo de las ondas Ángel Álvarez, que desde su "Caravana" traía la música que se hacía desde fuera y también nuestra canción de autor.
Es Paco el que da a conocer a un público joven la gran poesía castellana, clásica o contemporánea, y el estilo de la canción de autor francesa, probando que Góngora y Quevedo podían servir todavía también para protestar a través de la canción. Su pionero estilo de musicalizar poemas fue seguido a lo largo de aquellos años por todos los cantantes en todas las lenguas. Paco intenta vivir, a mediados de los 60, en Barcelona, pero la presión ejercida sobre él por la gobernación civil le coarta su trabajo y se ve obligado a volver a París. El régimen lo tiene en el punto de mira, vigilándolo de cerca y declarándolo "persona non grata". El hecho de que, además, fuera prohibido por su activismo anti-franquista relativamente pronto, hicieron de Paco un ejemplo y una especie de líder de la Nueva Canción: el hecho de comprar, si se podía, un disco de Paco era ya, de por sí, una auténtica provocación.





Otro gran iniciador se situaba, por procedencia, en las antípodas de Paco: Chicho Sánchez Ferlosio, hermano del célebre novelista Rafael Sánchez Ferlosio e hijo del escritor y ministro de Franco Rafael Sánchez Mazas.

Fue un ejemplo de que en esto de la canción de autor no importaba la procedencia. Chicho se afilia al Partido Comunista, y comienza a grabar una serie de canciones conocidas como “Canciones de la Resistencia Española”. Su primer gran éxito, clandestino, fue la denuncia cantada del fusilamiento de Julián Grimau, líder comunista que fue arrestado por las autoridades franquistas estando en España clandestinamente y condenado a muerte por sublevación militar. "Julián Grimau, hermano" se perfila como el modelo primero de la canción protesta.

Otras canciones suyas de este estilo apuntan a la gran virtud que tenía Chicho de popularizar sus canciones: "Gallo rojo, gallo negro" o "La paloma de la paz", de su autoría, consiguen venderse como canciones de la guerra civil; así consigue algo muy ansiado por los cantautores de entonces: la total aceptación del pueblo de sus canciones, como si siempre hubieran estado ahí. Es casi el primer disco que habla explícitamente de cosas que ocurrían entonces, como la huelga de los mineros de aquel año, o incluso de la guerra civil. El disco, por su forma clara y determinante, se graba y distribuye ilegalmente.




Chicho, como rezaba la nota del disco "por cuestiones de seguridad", firma sus canciones como "anónimo". Las autoridades intervienen el disco, pero este se reedita en el 74 en Suecia, como Spanska motstånds sånger.
Sin embargo, Chicho, que después derivaría al anarquismo, no era amigo de grabar sus propios discos, así que su labor se limitó a "regalar" sus letras a otros cantautores. Sólo grabaría otro disco en el año 76, “A contratiempo” (para el que rescataría "La paloma de la paz" y "Los dos gallos"), en el que apostará más por la sátira que por la protesta explícita.



La canción de autor y la Nova Cançó fue impulsada por Raimon. Raimon comienza cantando sus propias canciones, quizás algo sencillas y que son recogidas por la audiencia que las convierte en himnos de lucha.


Más tarde, siguiendo el estilo de Paco, Raimon decide hacer lo mismo pero con los grandes poetas catalanes: los de la Edad media, la Renaixença y los contemporáneos Ausias March, Joan Timoneda y Salvador Espriu... serán su inagotable fuente de inspiración.
Conviene nombrar el soberbio disco que realizó con canciones de Salvador Espriu, “Cançons de la Roda del Temps” .

Pero Raimon no se conforma sólo con esto y escribe las suyas propias también: su primer disco contiene 4 de sus primeras canciones, entre ellas "Al vent" y "Diguem no", las cuales decide cantar en TVE: esto le costará una prohibición de actuar en televisión hasta los años 80.

Os dejo la canción "Al vent" traducida al castellano:

Al viento,

la cara al viento,

el corazón al viento,

las manos al viento,

los ojos al viento,

al viento del mundo.

Y todos, todos plenos por la noche,

buscando la luz,

buscando la paz,

buscando en dios,

al viento del mundo.

La vida nos da penas,

ya el nacer es un gran llanto:

la vida puede ser ese llanto;

pero nosotros al viento,

la cara al viento,

el corazón al viento,

las manos al viento,

los ojos al viento,

al viento del mundo.

Y todos, todos plenos por la noche,

buscando la luz,

buscando la paz,

buscando en dios,

al viento del mundo.

Raimon, con su enorme voz particular y reconocible, canta en catalán-valenciano, consigue hacerse entender ante los castellano-parlantes, los franceses e, incluso, los anglo-parlantes gracias a la expresividad de su potente voz y de su música. Se convierte en un símbolo de la oposición en todas las regiones, e incluso llega a parecer que allá donde actuaba florecían nuevos cantantes y colectivos: prácticamente tras la actuación de Raimon en Galicia y en Euskadi aparecen al público, colectivos como Voces Ceibes y Ez Dok Amairu.


La fuerza y el carisma de Raimon no les eran desconocidas al régimen, por lo que mantuvo un ojo siempre puesto en él, mientras que Raimon se convertía en un cantante muy popular fuera también de nuestras fronteras, tocando en Estados Unidos, en toda Latinoamérica, en Japón...
Junto a Raimon empieza su actividad artística el colectivo Els Setze Jutges, que reclutará para la causa a gente tan importante como Serrat, María del Mar Bonet, Pi de la Serra o Lluís Llach entre otros.

Serrat apostó tanto por el catalán como por el español, otro cantautor clave, Lluis Llach apostó sólo por el catalán, tema que trajo diversos disputas entre la gente de a pie, algo que completó Paco Ibáñez y su pasión por la lengua francesa, grabando temas tanto en castellano como en francés como se puede comprobar en el legendario concierto grabado en el teatro Olimpia de París, en 1970.

Joan Manuel Serrat quien a mediados de los años sesenta ya era una figura destacable dentro de la nueva tradición musical española, fue elegido en 1968 para representar a España en el Festival de Eurovisión con la canción “Lá, lá, lá”. Sin embargo, días antes de que comenzara el concurso Serrat manifestó su intención de cantar en catalán, algo que produjo su sustitución inmediata por una joven cantante llamada Massiel que terminó ganando el concurso. Después de este incidente, Serrat fue vetado durante varios años por las emisoras de radio y televisión nacionales.




Pero también es importante rescatar del olvido, porque se le conoce poco, al pionero de la canción vasca: Mixel Labeguerie, junto a su hermano Eneko, fueron los primeros en grabar un disco de canción de autor en euskera en el año 61, perfilando lo que luego se conocería como “Nueva canción vasca” o “Euskal Kanta Berria”. Lamento no poder hablar más de ellos porque son desconocidos, sin embargo, aún es posible encontrar material suyo, como esta canción que se ha convertido ya en un clásico popular del folclore vasco, “Txoria txori” (El pájaro es pájaro), su canción más conocidoa y que llegó a ser interpretada por Joan Báez en euskera.
Txoria Txori
Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izando
eta nik...
txoria nuen maite.

El pájaro es pájaro
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habría escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro



En la capital de España, personajes como Luis Mendo, Moncho Alpuente, Rosa León, Hilario Camacho o Luis Eduardo Aute protagonizan la canción de autor y algún que otro experimento adelantado a su época. Desde tierras gallegas y leonesas llegan Amancio Prada, Xoan Rubia y Xavier González. En Andalucía destacaría Carlos Cano y en Extremadura Pablo Guerrero. España estaba siendo contagiada por la canción protesta.












Y por fin llegamos a finales de los setenta y a los primeros pasos de la bautizada como La Movida, aquel movimiento juvenil cultural que puso a Madrid en el centro de la vanguardia mundial. Una vez acabada la transición y con el gobierno de la UCD presidiendo el parlamento, la figura del cantautor fue degradándose poco a poco, dirigiéndose más a lo comercial e incluso radiándose en las emisoras comerciales tipo 40 Principales (ahí estaban Ana Belén y Víctor Manuel con su pegadiza “La Puerta De Alcalá”).





En los noventa, la figura del cantautor se fue haciendo más underground e independiente y miles de chavales salían de fiesta o iban a la universidad con camisetas del Che Guevara.

Los nuevos nombres los encontramos en Pedro Guerra, Rosana, Albert Pla, Javier Álvarez, Ismael Serrano y Nacho Vegas que consiguen renovar una tradición que continúa siendo vehículo de expresión de cuestiones sociales como la pobreza, el medio ambiente, las drogas o la guerra.





Comenzado el Siglo XXI, el hip-hop se muestra como la eterna protesta juvenil. La temática siempre se centra en la actualidad de la vida y es normal que tenga tintes reivindicativos.




En definitiva, la canción protesta nos ha servido para hacer escuchar la voz de aquellos que pedían libertad, de aquellos que denunciaban la realidad opresora, nos ha servido para conocer las palabras de poetas exiliados.




Bibliografía:

"Canción de autor en España. Apuntes para su historia" de Victor Claudín

www.mundomusica,portalmundos.com

www.aflordetiempo.com

www.wikipedia.org

Videos:

www.youtube.com

Autor:

ANDRÉS GARRIDO GALEOTE

2º. Bachillerato B

2 comentarios:

  1. ¿De dónde has sacado que George Brassens y Paco Ibáñez son la misma persona? Por lo demás, el trbajo está bien documentado y escrito.

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  2. Merino, ha sido una mala interpretación al leer tanta información como tenía entre manos. Como comprenderás no es música de mi época jajaja y di por bueno lo entendido.
    De todas formas, ya está corregido, para que no haya confusión.

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