¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

lunes, 7 de diciembre de 2009

Poesía Gaditana

¡Muy buenas queridos amigos! Somos Carlos Carbonell y Jorge Alcina.
Para variar un poco la temática de nuestros artículos, en esta ocasión; nos hemos propuesto realizar un análisis de una poesía muy cercana a los gaditanos; se trata de una lírica actual, moderna y en ocasiones bastante compleja. Además, estableceremos un análisis temático de cada composición; sin escatimar en el repaso de los recursos estilísticos más destacados.

Se trata de una serie de pasodobles pertenecientes al COAC (Concurso de Agrupaciones Carnavaleras) del Carnaval de Cádiz. Hemos seleccionados aquellos de mejor calidad, y que ofrecen al espectador mayor interés, ya que por lo general, tratan multitud de temas cercanos al pueblo.

Sin más, sugerimos al lector que preste la mayor atención posible y escuche la letra como si se tratase de versos de Góngora o Quevedo.

Lobo, Antonio Martínez Ares. Comparsa: Calabazas (1992).



Lobo al lao mi casa rondando dos lobos
que siempre corre tras de alguien
y es amigo de la sangre solo
Camello y mi vecino solo es un camello
con dos jorobas donde brotan
en una muerte y en otra dinero.
Tengo amigos que de rama en rama
se van haciendo el mono
y conozco a gallinas escondía detrás
de un pobre porro
se de muchos que dejan su pelo crecer
como leones como queriendo sobrevivir
pero rinden culto a una serpiente
que día tras día le hace morir.
Barrio hay un caballo maldito en mi barrio
un caballito de muerte que por las venas se mete
un caballito lindo que no se para
porque es caballo de pura sangre
barrio con muchos buitres revoloteando
que los dejan en los huesos
y que se comen sus sueños
buitres por las esquinas
y los rincones buscando algo pa alimentarse.
Fieras se van haciendo fieras
en unos montes donde la hierba no muere nunca
siempre hay un cerdo que vende
y un burro que va a comprar
siempre hay un perro en la puerta
que no te deja escapar
madre abre las ventanas ay ay
dígale a Dios que venga
que se me muere mi gente en esta selva.



En este pasodoble de Antonio Martínez ares, el autor, quiere expresar lo que influye el consumo de drogas en su vecindario. El Barrio de Santa María, siempre se ha caracterizado por ser un lugar donde te ves rodeado de personas a los que la suerte nunca les hablo d tú. Gente obrera y trabajadora, padres que por estar desde las claras del alba levantados, no pudieron transferir a sus hijos la educación que ellos mismo desearon. Por eso, muchos de esos hijos, conforme fueron creciendo, buscaron en la droga el cobijo que de pequeños no tuvieron. Además, sin generalizar, los vecinos del Barrio de Santa María, fueron desde hace años muy desgraciados desde que la empresa de Astilleros Españoles, en Cádiz, redujo plantilla radicalmente. Por eso, Martínez Ares, nacido en la calle Goleta; hace un llamamiento general, para que en España, se corra la voz y todos sepamos lo que un joven de Santa María mama día a día. Como D. Antonio quiere mucho a su barrio, su intención es verlo lleno de alegría, de vida, de coplas de carnaval y de cante flamenco; y alejarse de la cruda realidad: el paro y la drogadicción.
Entrando dentro del análisis de los versos, encontramos dos recursos principales, que destacan sobre los demás. Se trata de la metáfora y la comparación. El poeta, hace referencia al clásico perfil de drogadicto, melenudo, delgado, moribundo y desaliñado; cuya vida le ha jugado una mala pasada, y por eso deciden malgastarla consumiendo todo tipo de sustancias,
A la par, subraya la aparición de un personaje hipócrita, falso y mentiroso; que se dedica a fardar y a pregonar a los cuatro vientos, que es un vividor nato, y posteriormente solo es un cobarde.
Quiere hacer ver a todos aquellos que se dedican a vender drogas, que están destrozando la vida de muchas familias y que su negocio es cruel y canalla. Ya que como él mismo menciona: la droga es un caballo de muerte que no se para, porque es caballo de purasangre.
En resumen, crea un escenario animal, designando a todos aquellos que lo integran, como meras mascotas que inconscientemente tiran su vida por la borda. Recrea una selva, llena de seres moribundos, cuyo mayor deseo es alcanzar una cima en la que solo se encuentran sustancias, que lo perjudicarán.


La Muerte, Juan Carlos Aragón Becerra. Comparsa: Los comparsistas se la dan de artistas (2009)



La muerte es una playa con cara de pena,
desnuda bajo el cielo bailando encendida.
La muerte es una lluvia que cae hacia arriba
y con su pelo largo y su espalda morena,
llevamos esperándola toda la vida.

La muerte es la mejor despedida del hombre.
No reconoce géneros, patrias ni edades.
Cuando estás como vivo se espera y se esconde
y pasa con nosotros cien mil navidades.

La muerte vive en la calle de al lado,
a la derecha del bar.
Es familia de la sangre roja, dolor y esqueleto.
La muerte compra en el supermercado
vino y rosas para merendar.
Yo, desnudo, siempre la saludo y le guardo un respeto.

La muerte un día se metió en mi cama
y con su espalda morena y su cara de pena
me puso la mano en mi lado más sano y le dije que sí,
pero como una fulana se fue de mi cama y me dijo:
“cabrón, tu todavía no, te ha tocado vivir”.

Su risa era como el viento de levante
tan divina y tan humana que era igual que una obra de arte.
Y como pude yo le susurré al oído:
“si algún día tú te aburres pues ya sabes donde vivo”.

Y al final como si fuera una dama decente
me puso el pan caliente pa desayunar,
nunca olvidaré la suerte de cuando la muerte
me vino a encontrar.

Con la brocha en la pared me pintó: “centinela,
que cuando te toque a ti yo te vengo a buscar,
y te voy a llevar al ladito de los míos,
tu amigo, tu tío, tu hermano y tu abuela”.



En este pasodoble, Juan Carlos Aragón, dominando profundamente su léxico y entrando en una dimensión de la palabra, deshabitada por los copleros de nuestro carnaval; nos ofrece una durísima visión de la muerte. Nos la pinta como algo cercano, próximo y azaroso, nos hace ver que se trata de un acontecimiento no tan alejado de nuestras vidas como muchos piensan.
Personifica la figura de la muerte, esculpiendo una silueta femenina y atractiva, propia de un cuadro de Boticcelli. Tan perfecta y humana, que supera toda dimensión del hombre; hasta el punto de que el ser humano, es insignificante a su lado y merece, por tanto, nuestro mas sincero respeto.
Juan Carlos Aragón, se ha caracterizado desde joven, como un vividor, un individuo juerguista, como el mismo se clasificó en una de sus chirigotas: ‘‘soy un vivalavida’’. Debido al conjunto de situaciones que lo han rodeado desde hace años, como la muerte de su hermano, rupturas amorosas, o la drogadicción, le importa muy poco que la muerte un día se lo lleve de repente; ya que ha vivido todo lo que tenía que vivir, es decir, no tiene ningún miedo a morir; motivo por el cual, le habla a la muerte como a una amante o compañera, sin temor a que desate su ira; ya que su principal deseo es rodearse de los suyos en el reino de los cielos.

La Soledad, Juan Carlos Aragón Becerra. Comparsa: La banda del capitán Veneno (2008)



La Soledad es testigo
de mis castigos
y glorias
primera de mis amigos
la llevo conmigo
igual que la mar
la Soledad me hace libre
la Soledad no me engaña
cuando el mundo se va
Soledad es la última que me acompaña
es la única hermana que vence
a la puesta del sol cada tarde
la presunta culpable
de la amanecer solo entre mi ventana
la que llena mi cama
de amores y niños
de abuelas y padres...
¡Ay mi Soledad!
a nadie nunca como a ti le he sido fiel
a lo mejor te llevo un día ante el altar
porque en verdad quiero a tu vera envejecer
¡Ay mi Soledad!
hemos cruzado tantas ciénagas los dos
tantos secretos que no podremos contar
tantas palabras que dirían que es amor
¡Ay Soledad!
que a tu manera subes y me das la mano
y así los dos caminamos
juntos por la carretera
¡Ay Soledad pa mí!
que yo soy un varón
y tu silueta de mujer
es mi deseo enredador
y otras mujeres que ya
no me inspirarán estas canciones
aunque muera contigo
por Dios Soledad solamente te pido:
que no me abandones


Para entender este pasodoble hay que tener en cuenta dos puntos de vista muy diferentes de la soledad. No opuestos, pero completamente distintos.

Uno es el lado amargo. La soledad como sentimiento traidor que te golpea cuando necesitas a alguien concreto que no puedes tener a tu lado,
sea por distancia o porque se ha ido para siempre. Al sentirla no tienes porque estar absolutamente solo,
pero a la que tanto amas, quieres y necesitas no está a tu lado. Esta persona no necesariamente es con la que has compartido tu vida,
pero suele ser así, ya que al permanecer tantos años con ella, la recuerdas en cada instante, porque cualquier cosa que haces, la hacías con ella; cualquier cosa que te pasa, te pasaba con ella;
y cualquier cosa que contabas, se lo contabas a ella; por lo que es difícil de no recordar o, mejor dicho, de olvidar porque nunca se irá de tus recuerdos. Hay quien dice que el peor castigo del hombre es que muera el corazón y sigas vivo.
Esta soledad te hace llorar y lo único que deseas es que se acabe.

El otro punto de vista es la soledad como amiga, del que hace ego este pasodoble.
En este caso, es la persona que siempre está a tu lado. Te acompaña desde pequeño y hasta que te mueres, es por la que te sientes solo incluso rodeado de gente,
es una amiga más y nunca, nunca jamás, te falla. Hay gente que la admira y acoge entre sus brazos.
Esa gente, en general, somos gente rara; de otro modo no se explica que siempre deseemos tener a alguien a quien dar cariño y que nos de cariño,
al mismo tiempo que somos felices estando solos y no queremos dejar de estarlo.
Es complicado de explicar, pero es así.
A esta soledad la conoces cuando ves atardecer sentado sobre la arena de la playa, con la guitarra en las manos, canturreando algo que parece una canción.
Entonces miras la caída del sol tras la línea extremadamente recta del horizonte y te das cuenta de que estás solo.
Y no te hace llorar, te hace sonreir. Esas sonrisas torcidas que tanto nos gustan.

Con esta letra se quiere decir que es buena la soledad. No hay mentiras a su lado. Todo se muestra tal como es, sin atender a lo políticamente correcto o incorrecto.
Sin atender a si hay alguien delante al que contarle la verdad o contarle nuestra verdad, o solo la verdad que nos interesa contarle.
La soledad es el único amigo que te escupe la realidad a la cara sin importarle si te molestas o no. Por eso es el único amigo.
Nunca te dejará solo.
Es la privilegiada de conocer tus más profundos secretos tal y como son en realidad. Sin tapujos, sin tabúes y sin silencios que otorguen, porque es a la única que no le escondes nada.
Pero igual que anhelamos la soledad de vez en cuando, tememos quedarnos solos, siempre.

``Aunque muera contigo por Dios soledad solamente te pido que no me abandones´´.

Esperamos haberos causado interés, y que hayáis disfrutado al escuchar nuestros pasodobles y que además hayáis entendido el verdadero significado que esconden.

Las letras de dichos pasodobles, han sido recogidas gracias al esfuerzo y empeño que pone cada día la página web del Carnaval Gaditano:

- www.carnavaldecadiz.com

Sin más, un cordial saludo.

Jorge Alcina y Carlos Carbonell.

1 comentario:

  1. El análisis que haceis de estas composiciones puede tener validez para los estudios literarios, pero sigo echando de menos trabajos de verdadera investigación con búsqueda crítica de fuentes. Por cierto, me habéis engañado con el título.

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