¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

sábado, 8 de mayo de 2010

TRAGEDIA EN EL CAMPING


EL ACCIDENTE

A las siete de la tarde del 7 de agosto de 1996 una avalancha de agua irrumpió en el camping «Las Nieves», situado en Biescas, Huesca (Aragón). La rotura de un muro de la canalización del barranco de Arás provocó esta catástrofe natural, una de las mayores de la historia reciente de España. En unos minutos caravanas, tiendas de campaña, árboles, rocas de varias toneladas de peso y multitud de campistas fueron arrastrados violentamente por el agua hasta la carretera y el cauce del río gallego. El fatal resultado fue de 87 muertos, aunque debemos especificar que en esa fecha, en el camping se alojaban ochocientas personas.

La tragedia fue menor gracias a la inmediata movilización de los vecinos de Biescas, de las Fuerzas de Seguridad del Estado, el Ejército, Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos y muchos voluntarios.
Pese a todo, la carrera en la recuperación de cadáveres fue muy acelerada. Al día siguiente, se encontraron ya 75 muertos. Los reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, el presidente del Gobierno de por entonces, José María Aznar se trasladaron a Biescas para expresar su apoyo a los afectados. El día 10 de agosto, la cifra de fallecidos ya era de 82, y en los días siguientes se extendió hasta los 86 cadáveres y un desaparecido.



¿POR QUÉ OCURRIÓ?

A principios del s. XX, la cuenca y el cauce del torrente de Arás habían sido sometidos a una Restauración Hidrológico-Forestal.
Los trabajos consistieron en repoblaciones forestales en las laderas, técnicas de retención de suelos frente a la erosión y la construcción de diques de retención de sedimentos.
Estos trabajos se finalizaron con éxito. En el mismo año de la tragedia las repoblaciones constituían ya excelentes bosques maduros, y los diques habían cumplido su función.
A raíz de esas reformas se autorizó la construcción del camping en el cono de deyección del torrente. Sin embargo, ese fatídico día se produjo una gran tormenta en la cabecera del barranco (100 mm en sólo 10 minutos).
Las mayores intensidades de lluvia se registraron en la cabecera del Barranco de Betés (afluente del Torrente de Arás). El gran caudal de la avenida excavó un nuevo cauce de tremendas dimensiones.

Las proporciones de la riada en el cono de deyección fueron dramáticas. Un importante volumen de agua bajó por el barranco cargado de troncos y rocas, para arrasar el camping.
Es de destacar que gracias a las re poblaciones forestales existentes, no se produjo erosión en las laderas, por lo que se redujo el aporte de caudales sólidos.
Los diques existentes en los cauces fueron barridos por la riada. Sin embargo, contribuyeron a la laminar parcialmente la onda de avenida. Gracias a los trabajos de Restauración Hidrológico-Forestal existentes en aquel momento, la riada y sus consecuencias fueron considerablemente menores.
La Restauración Hidrológico-Forestal redujo la magnitud de la riada, aunque en ningún caso debería haberse considerado una solución suficiente a los riesgos naturales de inundación, y más en un cono de deyección.
Sin embargo, el camping se ubicaba en el cono de deyección de un torrente de grandes dimensiones que en el pasado había mostrado una potentísima dinámica torrencial. Este hecho debería haber sido motivo suficiente para que no hubiera sido ubicado allí un camping.
Tras la tragedia se destinaron grandes sumas a una nueva Restauración Hidrológico-Forestal del Torrente de Arás, aunque las laderas estaban estabilizadas y la cubierta forestal estaba excelentemente recuperada tras la primera restauración y no había sufrido daños con la tormenta.
El camping cambió su nombre y su ubicación. Actualmente se sitúa en el cono de deyección del cercano Torrente del Arratiecho. La cuenca vertiente de este torrente es considerablemente menor a la del de Arás, pero las pendientes de sus cauces y laderas son mucho más pronunciadas por lo que pondría en riesgo la zona ante una gran tormenta como la ocurrida en 1996.
Esta catástrofe ocurrida en el camping las Nieves no ha servido de lección para la sociedad. Hoy en día existen muchísimas construcciones en zonas de alto riesgo, como puede ser en conos de deyección, laderas muy inclinadas, valles fluviales o en zonas de montaña en peligro de desprendimientos.
Deberíamos de sacar la conclusión de este claro ejemplo de que el hombre, aunque lo intente por todos los medios, no puede luchar contra la fuerza de la naturaleza.


BIBLIOGRAFÍA:
http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=2313
http://terranoticias.terra.es/articulo/1173235.htm
Libro 2º bachillerato Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente.

Ana Alvarado Dafonte y Claudia Bienvenido Parra

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